Kajillionaire: crítica (sin spoilers)

29.10.2020

Director: Miranda July

Fecha de estreno: 25 de enero del 2020

Género: Drama, Crimen

Duración: 1hr, 44min


Este año he visto muchas películas, tantas que ya he perdido la cuenta. A inicios del 2020 estaba yendo muy seguido a las salas de cine para ver los estrenos más esperados, e incluso había pensando en sacar la tarjeta de invitado especial para que no me saliera tan caro. Pero cuando de un día para otro nos vimos obligados a encerrarnos en casa por la pandemia, me vi separada de las salas, lo que rompió mi corazón como a muchos. Sin embargo, por alguna u otra razón, en casa he estado más cerca del cine que nunca porque lo he usado como una forma de lidiar con todos los sentimientos encontrados, la ansiedad y la profunda tristeza que estos tiempos tan inciertos evocaron en mí. El cine es necesario para que, de vez en cuando, podamos eludir la realidad con un poco de ficción. 

Muchas de las películas que no había podido ver por falta de tiempo finalmente las he visto, pero sobre todo, he descubierto varias joyas escondidas y he tenido acceso a muchos estrenos del año que en tiempos normales jamás hubiera visto. 'Feels good man' fue uno de ellos, y en esta nueva ocasión tuve la fortuna de ver 'Kajillionaire' de Miranda July, estrenada el 25 de enero en el Festival de Sundance, y puedo decir con certeza que de todas las películas que he tenido la oportunidad de ver este 2020, esta ha sido mi favorita.

A grandes rasgos, 'Kajillionaire' trata sobre Old Dolio Dyne y su familia de estafadores que viven al día en Los Ángeles y cómo sus vidas se ven alteradas al involucrar a una joven en uno de sus delitos. Al leer la sinopsis pensé que estaba a punto de ver una historia como muchas otras, y siendo específica, a mi mente llegó el recuerdo de la hermosa película 'Shoplifters' de Hirokazu Koreeda, sin embargo, Miranda July se aseguró de que me equivocara con tal asunción en el mejor de los sentidos. Con un excelente cast donde figuran los nombres de Evan Rachel Wood, Debra Winger, Gina Rodríguez y Richard Jenkins, se nos enreda en varias situaciones en las cuales los personajes se encuentran aprovechándose cada que pueden de todos aquellos que tienen vidas 'normales', y lo pongo entre comillas porque en contraste los personajes de Wood, Winger y Jenkins son la cosa más extraña.

Paranoicos, desconfiados y convenencieros, los tres miembros de la familia tienen comportamientos anormales y extraños que los hace únicos a su modo, siendo la definición perfecta de outcasts. El pretexto que tiene Robert, interpretado por Jenkins, para ser marginados, es que el estar sometido a un vida común donde todos desean ser 'Kajillionaires" (personas con exceso de dinero) te hace vulnerable a que las compañías privadas y el gobierno te controlen volviéndote adicto al sistema capitalista. Viéndolo en retrospectiva, su ideología guarda cierta veracidad, sin embargo, el problema de esta familia es que la llevan al extremo. La supuesta libertad que presumen los ha desconectado de su empatía y los ha llevado a vivir de las sobras (literalmente). A mi parecer, este rechazo tan obstinado a la vida común es en verdad rencor, ya que Robert y Theresa nunca lograron encajar cuando lo intentaron. Además estamos hablando de que viven en Los Ángeles, una ciudad donde sólo el 20% cumple su sueño y el otro 80% intenta lidiar con el fracaso; donde es fácil recordar lo que uno no es y no podrá ser. Para ellos a todo se le puede sacar provecho en un mal sentido y me atrevería a decir que son un tipo de parásitos más terribles que los que vimos en 'Parasite' de Bong Joon-ho porque ni siquiera son carismáticos como la familia Kim.

La que se salva de esa acusación es Old Dolio, interpretado por la fabulosa Evan Rachel Wood, ya que es precisamente la desconexión que tienen con la normalidad la que nos acerca a ella emocionalmente, pues de los tres es quien más sensibilidad demuestra y es la única de los Dyne a la que llegamos a querer por lo mismo. La manera en la que el guión está estructurado logra que nos sintamos incómodos, pero a la vez divertidos con sus decisiones y sus acciones. De igual forma siembra de a poco resentimiento y enojo hacia sus padres. Lo que me encantó fue el giro que se da en el segundo acto. En los primeros 30 minutos tenía una idea de lo que podía acontecer a lo largo de la película, pero en contra de mis expectativas la historia tomó un rumbo distinto, lo cual me permitió experimentar algo inesperado y auténtico. Los eventos se nos presentan armónicamente, dando como resultado una historia que te mantiene atento y esperando por la siguiente escena para saber si las cosas mejoran o empeoran para Old Dolio.

Miranda July explora en esta obra el tema de la familia y la soledad a través de su protagonista, quien es tratada por sus padres como una compañera de trabajo y no como una hija. Tiene muchos complejos internos y externos, pero no encuentra ninguna forma de resolverlos por sus nulas capacidades comunicativas, dadas gracias a que sus padres siempre le han negado el diálogo emocional y suelen minimizar sus preocupaciones del mismo tipo, resultando en una conducta más peculiar que la de Robert y Theresa. Esta insensibilidad produce otro efecto en ella que sería la falta de identidad. Es parte de un grupo, pero estando lejos de funcionar como una verdadera familia, más allá de su rol como estafadora no sabe quién es, y por ende sufre de una terrible soledad a la que se ha resignado. En su día a día no deja de ver aquel arquetipo familiar que tanto desea para sí, pero cuando intenta hacer algo para mejorar la dinámica con sus padres, ellos se lo reprochan con severidad como si fuera una tontería muy descabellada. Básicamente, el desear lo normal es el peor crimen que se puede cometer de acuerdo a los Dyne. Parece que nada de lo que haga es suficiente, porque aunque cumple todo lo que ellos le ordenan, la gratitud es lo último que le demuestran.

Old Dolio es una consecuencia directa de una ideología llevada al extremo. Su nombre por sí solo es ejemplo de ello. Es un personaje introvertido, pero contemplativo que funciona al tener una redondez excelente gracias a lo detallista que fue su construcción psicológica y física. Para exponer su dolencia y carencia se utiliza el personaje de Melanie, interpretado por Gina Rodríguez, quien se les une a sus estafas con un optimismo que pronto se convierte en algo más. Los padres de Old Dolio la tratan con la dulzura y el cariño que a ella jamás le han demostrado. Esto generará una tensión que pondrá en evidencia con mayor detalle ambos temas, pero ya no mencionaré más al respecto porque lo que menos quiero es hacer spoilers. Sólo añadiré que su aparición en la vida de los Dyne es vital para el desarrollo de la historia, y es también un personaje muy bien hecho, porque hace más visible la rareza de los Dyne al ser su antónimo en todos los sentidos.

Esta película me hizo sentir muchas cosas y siempre quise abrazar a Old Dolio porque todo lo que hace es un intento para sentirse menos sola, y aunque estos sean frustrados por otros o por ella misma al no saber lidiar con sus sentimientos, se aprecia la intención. Me encantó cada aspecto de 'Kajillionaire', hablando de lo técnico y narrativo. Es una película de Focus Features, pero guarda el aesthetic de la productora A24 (cabe mencionarse que esta intentó comprar sus derechos de distribución, pero Focus se la ganó). 

En escenas importantes, sobre todo emocionales, se utiliza una iluminación específica que me llenó de nostalgia y de una felicidad magnífica porque las hacía lucir algo oníricas sin huir de la realidad. Y hay una en particular donde la iluminación es nula, pero te hace sentir de todo. Tiene gran tacto para referirse a su protagonista y aprovecha todos los recursos para unirla a los demás personajes en función de la narrativa. Todos hicieron un fantástico trabajo, y hablo por los actores, la dirección y producción. Miranda July me ha demostrado su gran talento como escritora y directora, así que de ahora en adelante estaré al pendiente de sus próximos trabajos y sugiero que tú también. 'Kajillionaire' es auténtica, honesta, emotiva, divertida y dramática. Cada escena y secuencia fueron brillantes para mí, porque nada sobraba al tener una razón definida de ser. Me dejó fascinada y experimentando muchas cosas a la vez, sobre todo su final, que me hizo ver que si una persona que se siente sola habla de su soledad con alguien que sepa escuchar surge algo contrario a la soledad.

Calificación: sale sobrando, ya dejé en evidencia lo mucho que me gustó. Tú sólo vela. (:


© 2020 Rebeca Labastida, México.
Creado con Webnode
¡Crea tu página web gratis! Esta página web fue creada con Webnode. Crea tu propia web gratis hoy mismo! Comenzar